Oscar Niemeyer, en perspectiva

Escrito por Romullo Baratto | Traducido por Karina Duque
Publicado el 15 de Diciembre, 2014

Hoy es una fecha muy especial para la arquitectura brasileña y el mundo entero. Hace 107 años nació en Orange, Río de Janeiro, Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho, o simplemente Oscar Niemeyer.

Indiscutiblemente, uno de los mejores arquitectos de la historia de Brasil y de la arquitectura moderna mundial, Oscar dejó para el mundo más de quinientas obras repartidas por América, África y Europa, dentro de las cuales sería imprudente seleccionar sólo unas pocas como las más importantes, dada la grandeza e influencia de sus edificios.

Oscar asistió a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro entre 1929 y 1934, cuando concluyó sus estudios convirtiéndose en un arquitecto-ingeniero. Empezó a trabajar con Lucio Costa también en 1932, una asociación profesional que duraría décadas y resultaría en algunas de las obras más importantes de la historia moderna de la arquitectura mundial.

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En 1936, junto con Le Corbusier, Lucio Costa, Affonso Eduardo Reidy, Carlos León, Jorge Moreira y Ernani Vasconcellos, trabajó en el proyecto del Palacio del Capanema - Ministerio de Educación y Cultura (MEC) - situado en el centro de Río de Janeiro. El edificio - una barra horizontal que cruza una hoja vertical - se completó en 1945 y es considerado como la piedra angular de la arquitectura moderna brasileña, atrayendo la atención internacional a Brasil.

Palacio Gustavo Capanema, 1945. © Flickr Roberto Rocco

En 1956 el entonces presidente, Juscelino Kubitshek invitó Oscar a participar en la mayor obra urbana y arquitectónica de la historia del país: la construcción de la nueva capital en medio de la sabana - Brasilia.

Lúcio Costa, autor del Plan Piloto de la nueva capital, dijo en una entrevista con Ana Rosa de Oliveira en 1992 que "cuando se convirtió en presidente Juscelino, tenía un arquitecto en el bolsillo, Oscar Niemeyer. Fue un arquitecto elegido previamente. Esto significa que la competencia era sólo en la planificación urbana de la ciudad, el Plan Piloto". La colaboración de Costa y Niemeyer le rindió al mundo algo nuevo : La construcción de una ciudad hecha enteramente sobre la base de los principios modernos de la funcionalidad y la estética.

Brasília en Construcción. © Marcel Gautherot

Oscar Niemeyer nunca fue un erudito, nunca se interesó en las teorías, jergas o clichés. Su trazo torcido siempre fue preciso. Siempre llevó con él el peso de sus ideales. O tal vez era sólo una idea que tenía, simple e inocente: dar belleza al mundo. Y así lo hizo.

A continuación algunos proyectos y artículos publicados en nuestro sitio sobre Oscar Niemeyer.